domingo, 25 de mayo de 2025

Tortitas de bacon

 Las empanadillas son un clásico versátil de cualquier cocina casera. Si además les damos un giro sabroso con bacon y un relleno cremoso de queso, el éxito está asegurado. En este artículo descubrirás paso a paso cómo preparar 12 empanadillas de bacon irresistibles, preparadas con ingredientes sencillos y en poco tiempo. ¡Ideal para reuniones, meriendas o cenas informales!




Ingredientes

  • 12 obleas o masas de empanadilla

  • Bacon al gusto (recomiendo 150–200 g)

  • Queso mozzarella rallado al gusto (unos 100 g)

  • 4 huevos

  • 40 g de queso de untar (2 cucharadas)

  • 200 ml de leche evaporada (1 taza)

  • Sal y pimienta al gusto


¿Por qué esta receta funciona?

  1. Sabor equilibrado: El bacon aporta un toque ahumado y salado, que combinamos con la suavidad del queso de untar y la mozzarella.

  2. Textura crujiente: Al hornear o freír, las obleas cobran un dorado perfecto y crujiente.

  3. Relleno cremoso: Gracias a la leche evaporada y el queso untable, el interior queda jugoso sin empapar la masa.

  4. Versatilidad: Puedes adaptarla añadiendo hierbas (perejil, albahaca) o incluso verduras picadas (cebolla, pimiento).


Preparación paso a paso

  1. Preparar el relleno

    1. Cuece los 4 huevos en agua hirviendo durante 10 minutos. Enfría, pela y pica en trozos pequeños.

    2. En una sartén, dora el bacon troceado a fuego medio hasta que quede crujiente. Escúrrelo sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa.

    3. En un bol amplio, mezcla los huevos picados, el bacon dorado, 40 g de queso de untar y 200 ml de leche evaporada. Remueve hasta obtener una mezcla homogénea.

    4. Añade el queso mozzarella rallado al gusto, salpimienta con moderación (el bacon ya es salado) y mezcla bien.

  2. Montaje de las empanadillas

    1. Coloca cada oblea en tu superficie de trabajo.

    2. Pon una cucharada generosa de relleno en el centro de cada una, evitando que rebose.

    3. Humedece ligeramente los bordes con agua para sellar mejor.

    4. Dobla la oblea y presiona los bordes con un tenedor para cerrar de forma segura.

  3. Cocción

    • Horneado (más ligero): Precalienta el horno a 200 °C. Coloca las empanadillas en una bandeja forrada con papel de hornear y pincélalas con un poco de huevo batido para dorar. Hornea 12–15 minutos, hasta que estén doradas y crujientes.

    • Fritura (más tradicional): Calienta aceite abundante en un cazo o sartén profunda. Fríe 2–3 empanadillas a la vez, dándoles la vuelta para que se doren por ambos lados. Retíralas y escurre sobre papel absorbente.


Consejos y variaciones

  • Hierbas aromáticas: Añade perejil picado o cebollino al relleno para un toque fresco.

  • Toque picante: Incorpora unas gotas de salsa picante o pimentón dulce en la mezcla de queso.

  • Alternativa sin lactosa: Sustituye la leche evaporada y quesos por versiones sin lactosa.

  • Mini empanadillas: Usa obleas más pequeñas para preparar bocados perfectos para cócteles.


Presentación y acompañamientos

Sirve tus empanadillas calientes acompañadas de una ensalada fresca, salsa de yogur con hierbas o tu dip favorito (alioli, guacamole). Quedan de maravilla en bandejas de tapas, picoteos o meriendas familiares.


Con esta receta de empanadillas de bacon y queso tendrás un plato delicioso, fácil de hacer y que triunfa en cualquier ocasión. ¡Anímate a probarla y cuéntanos en los comentarios cómo te ha quedado!

viernes, 23 de mayo de 2025

garbanzos bacalao

 

Garbanzos con Bacalao: una receta tradicional fácil, rica y llena de sabor

Si hay una combinación clásica de la cocina tradicional española, es sin duda la de garbanzos con bacalao. Este plato de cuchara, reconfortante y lleno de sabor, es perfecto tanto para los días fríos como para una comida nutritiva y sabrosa en cualquier momento del año.

En esta receta te enseño cómo prepararlo de forma fácil, con ingredientes que probablemente ya tengas en casa, y en poco tiempo tendrás en la mesa un plato que recuerda a las comidas de antes: caseras, contundentes y con mucho cariño.




Ingredientes:

  • 400 gr de garbanzos cocidos (aproximadamente 2 tazas)

  • 600 gr de bacalao desalado (puede ser en lomos o desmenuzado)

  • 2 tomates maduros

  • 1 cebolla

  • 1/4 de pimiento (verde o rojo, el que tengas)

  • Ajo en polvo al gusto

  • Pimienta y sal al gusto

  • Patatas cocidas al gusto (opcional, pero muy recomendadas)


Preparación paso a paso:

1. Prepara el sofrito base

Comienza picando finamente la cebolla y el pimiento. En una sartén amplia con un chorrito de aceite de oliva, sofríe ambos ingredientes hasta que estén bien pochados.

Ralla o pica los tomates y agrégalos a la sartén. Cocina a fuego medio hasta que el tomate pierda el agua y se forme una especie de salsa espesa. Añade ajo en polvo, sal y pimienta al gusto.

Este sofrito será la base de sabor del plato, así que no tengas prisa: deja que se haga lentamente para que los sabores se concentren.

2. Incorpora el bacalao

Agrega el bacalao desalado al sofrito. Si es en lomos, córtalo en trozos medianos. Si es desmigado, simplemente incorpóralo y mezcla bien.

Deja que se cocine todo junto unos 5-10 minutos a fuego medio, hasta que el bacalao esté hecho y se haya impregnado bien del sabor del sofrito.

3. Agrega los garbanzos

Añade los garbanzos ya cocidos. Si usas garbanzos en conserva, recuerda enjuagarlos bien con agua antes de usarlos para eliminar el sabor del líquido de conservación.

Mezcla todo y deja que se cocine junto unos 10 minutos más. Si notas que el guiso necesita un poco de líquido, puedes añadir un chorrito de agua o caldo suave.

4. Incorpora las patatas cocidas (opcional)

Si te gustan las comidas más completas, añade unas patatas cocidas cortadas en cubos. Puedes cocerlas previamente o incluso aprovechar patatas que te hayan sobrado de otro día. Se integrarán perfectamente y harán del plato una comida completa.


Consejos:

  • Si tienes tiempo, puedes usar garbanzos secos y cocerlos tú mismo. Solo necesitas dejarlos en remojo la noche anterior y cocerlos durante aproximadamente 1 hora y media.

  • El bacalao puede ser fresco, desalado o congelado, pero recuerda quitar bien el exceso de sal si lo compras en salazón.

  • Puedes añadir una hoja de laurel o un poco de pimentón dulce al sofrito para darle un toque aún más tradicional.


Un plato con alma

Los garbanzos con bacalao no solo son una receta deliciosa y nutritiva, también representan una parte importante de la cultura culinaria. Este plato se ha transmitido de generación en generación, y con razón: es fácil, económico y está lleno de sabor.

Ya sea en Semana Santa, en invierno o cualquier día del año, esta receta es una apuesta segura para llevar a la mesa un guiso completo, sabroso y que gusta a todos.

Anímate a prepararla y cuéntame cómo te ha salido. ¡Verás cómo se convierte en un plato habitual en tu cocina!